Breve obra de teatro escolar, representada en el acto por el Día de la Tradición de 2011.

Personajes:

Martín Fierro

Viejo Vizcacha

Pulpero

Paisano 1

Paisano 2

Paisano 3

Mujer de Martín Fierro

Hijo 1

Hijo 2

Hijo 3

Soldado 1

Soldado 2

Narradora

Guitarra 1

Guitarra 2

INTRODUCCIÓN (PRESENTACIÓN DE VIDEO)

  1. MARTÍN FIERRO, UNA VIDA EN CUATRO ESCENAS
  2. LEY DE LEVAS
  • Durante el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento existió una ley que obligaba a la gente del ámbito rural a perder todas sus tierras y sus propiedades y unirse a la milicia para luchar contra el indio.

ESCENA 1 – “PARLAMENTO DE MARTÍN FIERRO”

Personajes:

Martín Fierro

Pulpero

Tres paisanos

(En la Pulpería, Martín Fierro con guitarra en mano. Tres paisanos escuchándolo alrededor sentados. En el fondo el pulpero).

Martín Fierro – Aquí me pongo a cantar, al compás de la vigüela, que al hombre que lo desvela una pena extraordinaria, como ave solitaria con el cantar se consuela. Pido a los santos del cielo que ayuden mi pensamiento les pido en este momento que voy a cantar mi historia me refresquen la memoria y aclaren mi entendimiento.

Narradora – Así fue que el gaucho Martín Fierro le relató sus desventuras a los otros gauchos. Apelando a su memoria recordó como le fueron quitadas sus propiedades y su familia y, forzosamente, fue enviado al fortín a luchar contra el indio.

ESCENA 2 – “MARTÍN FIERRO ES DESPOSEÍDO”

Personajes:

Martín Fierro

Tres hijos de Martín Fierro

Mujer de Martín Fierro

Dos soldados

(Casa de Martín Fierro, el gaucho se encuentra trabajando en la tierra, junto a sus hijos. La mujer ceba mate. Ingresan dos soldados).

Soldado 1 – (Lee una hoja) Se le informa al ciudadano Fierro Martín; sin número de libreta de enrolamiento, que a partir del día de la fecha luchará en servicio de la patria, contra la barbarie del indio en la frontera.

Soldado 2 – (Tomando a Fierro del brazo) A partir de hoy es usted un miliciano don Fierro, no se resista, no tiene sentido. Además tenga en cuenta que por ley del Estado, sus tierras serán expropiadas y sus hijos quedarán a cargo del Juez. Mientras que su mujer… de su mujer nos encargamos nosotros.

Mujer – ¡Esto es una injusticia! ¿Qué ley, que no sea la divina, tiene juicio por estos pagos? Que cuando arrecia la enfermedad los jueces desaparecen, cuando los niños no tienen alpargatas, no hay milicia que cubra sus pies y cuando tienen hambre es nuestro lomo el que los alimenta. De sol a sol, con frío, cansados, de cualquier forma la peonada conquista estas pampas, para que los hijos no sufran las penurias, que son desconocidas por los gringos.

Soldado 2 – Señora, por favor…

Soldado 1 – (Tironeando a Fierro) Muévase usted…

Mujer – ¡Ay! ¡Por todos los santos del cielo! Que no sólo se llevan a un hombre, sino que destruyen a una familia.

Soldado 2 – Señora, termine. Nuestra orden es clara: don Fierro viene con nosotros. El poder es el que habla.

Soldado 1 – (Le pasa a Fierro al Soldado 2) Doña, su marido luchará contra la barbarie, contra el salvaje… ¡Contra el indio!

Mujer – ¡Barbarie! Hoy la ley es la barbarie.

Soldado 1 – Hoy la ley es la que habla. (Señalando a los hijos) ¡Ustedes también caminen! Que el Juez se encargará  del futuro de cada uno. (Los hijos caminan, son empujados, se retiran todos dejando sola a la Mujer).

Mujer – Marido, hijos, tierra… todo le es arrancado al pobre… “Matreros” nos dicen, incluso “salvajes”… Todo se llevan… hasta los nombres… Algún día será nuestro tiempo.

Narradora – De esta forma Martín Fierro fue arrancado de su tierra y alejado de su familia. Enviado al fortín a luchar contra el indio y sometido a las peores miserias y castigos. Pero Fierro logró escapar, aunque la libertad tenía su precio, fue así que se convirtió en un desertor y fugitivo. Pero esa es otra historia… Lo que nos importa ahora es la suerte que corrió el segundo hijo de Martín Fierro, que fue enviado al cuidado de un curioso tutor…

ESCENA 3 – “EL HIJO SEGUNDO DE MARTÍN FIERRO”

Personajes:

Viejo Vizcacha

Segundo hijo de Martín Fierro

(Rancho del Viejo Vizcacha, el Viejo se propone a tomar un vino y habla con el pequeño Fierro).

Viejo – Así que a usted me lo han mandado…

Hijo – Sí, ¿Usted quién es?

Viejo – ¡Ah!, no importa quién soy, menos cómo me llamo, lo único que importa es lo que vamos a hacer y lo que usted debe aprender.

Hijo – ¿Todos los perros que están allá adentro son suyos?

Viejo – Sí, hasta maté vacas ajenas para darles de comer.

Hijo – ¿Ajenas?

Viejo – Sí, hay algunas veces que tenés que hacerte amigo de lo ajeno.

Hijo – ¿Usted también quiere que yo robe?

Viejo – ¿Robar?, que palabra tan fuerte…

Hijo – ¿Qué será de nosotros?

Viejo – ¿A qué se refiere?

Hijo – ¿De qué trabajaremos?

Viejo – Lo que usted tiene que saber es jamás parar donde veas perros flacos. El primer cuidado que debés tener es cuidar bien el pellejo. Fíjese bien en lo que hablo que el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo.

Hijo – Terminaremos presos.

Viejo – Hágase amigo del Juez y no le dé de que quejarse. Le recomiendo también muchacho que no me ande “mujereando” si quiere tener fortuna. No olvide Fierro que el hombre no debe creer en lágrimas de mujer, ni en la renguera del perro. Es un bicho la mujer que yo aquí no lo destapo, siempre quiere al hombre guapo, porque tiene el corazón como barriga de sapo.

Hijo – Usted no sabe lo que dice.

Viejo – Mire que a viejo no se llega fácil, he tenido mis desfalcos.

Hijo – ¿Tiene usted mujer?

Viejo – Ha muerto la desgraciada.

Hijo – ¿Cómo ha sido?

Viejo – A la muy traidora se le ocurrió servirme con un mate frío.

Hijo – Conozco esa historia ¡Usted es el Viejo Vizcacha!

Viejo – Ni se te ocurra nombrar a ese bicho.

Hijo – Estoy afligido, he perdido todo…

Viejo – No te debes afligir, aunque el mundo se desplome, lo que más precisa el hombre es la memoria del burro que nunca olvida donde come.

Hijo – Estoy muy cansado.

Viejo – No se olvide que usted duerme afuera.

Hijo – ¡Pero el frío!

Viejo – ¡Afuera dije!

Narradora – El tiempo fue pasando y el viejo Fierro logró escapar. Habiendo aprendido por su experiencia, se reencontró con sus hijos en la pulpería y siendo ya un hombre maduro comenzó a aconsejarlos.

ESCENA 4 – “CONSEJOS DE MARTÍN FIERRO”

Personajes:

Martín Fierro

Tres hijos de Fierro

Pulpero

(En la Pulpería, el pulpero en el fondo y los hijos de Fierro sentados alrededor de su padre)

Fierro – Mis hijos, ahora el presente nos encuentra reunidos aunque la vida ha sido muy dura y me ha enseñado que la violencia no es amiga del buen vivir.

Hijo 1 – Hemos sufrido mucho, algunos la cárcel, otros el abandono, otros cosas peores.

Fierro – Ya lo sé. Pero sepan que un padre que da consejos, más que un padre es un amigo. Mi escuela fue la vida, pero sepan que mejor que aprender mucho es aprender cosas buenas. Lo que ahora es más importante es que nunca abandonen a un amigo, aunque siempre el amigo más fiel es una conducta honrada.

Hijo 2 – A mí me tocó en desgracia terminar con un viejo lleno de camándulas.

Fierro – Quiero que ahora sepan que no es bueno que a uno lo asalten ni el miedo ni la codicia, así que al rico nunca le ofrezcan y al pobre jamás le falten. Para llegar a lo que quieren trabajar es la ley ya que sangra el corazón del que tiene que pedir.

Hijo 3 – En todos estos tiempos duros nos hemos sentido muy solos.

Fierro – Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean los devoran los de afuera.

(Lentamente se saludan y se separan cada uno por su lado)

Narradora – Cuando Martín Fierro terminó de aconsejar a sus hijos, se despidieron a los cuatro vientos y una promesa en secreto se hicieron. De esta forma termina la historia, ha sido contada de este modo, por encontrarlo oportuno no es para mal de nadie sino para el bien de todos.

FIN.-