El Romanticismo en el Río de La Plata coincide con el origen de una Literatura con un perfil nacional y está marcado por el desprendimiento reciente del dominio español.

Superada la instalación sucesiva de gobiernos producida en la década de 1820, tanto Buenos Aires como el interior reconocieron la necesidad de establecer un gobierno nacional. Sin embargo, la discusión se centró en determinar la forma específica que tendría ese gobierno. Debía decidirse entre uno centralizado (posición unitaria) y una unión de provincias autónomas reunidas por un gobierno nacional.

En este marco, la Literatura Romántica surge en nuestro país en medio de una vida nacional signada por la violencia política: será el sistema estético con el que se representará a los otros diferentes (federales, indios, gauchos) , en un escenario en el que, por primera vez, se tematizarán la tortura y el exilio como castigos para el opositor.

El Romanticismo, en una primera etapa, se identificó con la expresión de la subjetividad y de los sentimientos. Por este motivo, las obras literarias describen paisajes solitarios en los que el individuo proyecta la melancolía, angustia, desesperación sin el control de la razón. Posteriormente, con la influencia francesa, el Romanticismo adquiere un carácter social, y la Literatura se convierte en una vía de difusión de ideales políticos.

UNITARIOS Y FEDERALES

Una vez declarada la Independencia, la historia de nuestro país se ve ensombrecida durante décadas debido a la dificultad para consensuar cuál era la forma de gobierno más adecuada a las necesidades de sus habitantes.

Protagonizan este conflicto la opulenta Buenos Aires y las empobrecidas provincias que exigían la distribución equitativa de las rentas de la aduana y la libre navegación de los ríos para colocar sus productos en el exterior sin pagar tributo por utilizar el puerto de esa ciudad.

La elite letrada y los sectores económicamente poderosos de la sociedad porteña conforman el grupo unitario, a favor de la subordinación de todos los niveles del gobierno a un poder central (radicado en Buenos Aires), el monopolio del puerto y el usufructo de la aduana. Rivadavia, Julián Segundo de Agüero, Juan Cruz Varela, Esteban de Luca, entre otros, integraban este grupo.

Los federales, por su parte, apoyan la asociación voluntaria o federación de poderes regionales y la delegación de algunas de sus atribuciones para constituir el Estado o poder central. Este grupo, de base social más amplia, está liderado por poderosos caudillos provinciales como López, Quiroga, Güemes y Artigas.

LOS INICIOS DEL CONFLICTO

Con la caída del Directorio en 1820, Martín Rodríguez asume la gobernación de la ciudad – puerto. Las proviencias, independientes entre sí, reconocen un vínculo nacional.

En 1826, la Guerra del Brasil motiva la creación del cargo de Presidente de la Nación. Rivadavia es el primero en ocuparlo por un breve lapso, ya que en 1827 renuncia cuando su Constitución es rechazada por el bloque del interior.

Con la disolución del Congreso, se llama a elecciones para una nueva Legislatura porteña, que nombra gobernador a Dorrego, representante de la causa federal. Este firma la paz con el Brasil y otorga la independencia a la Banda Oriental (hoy Uruguay). Estas medidas provocan el descontento de los unitarios y desencadenan un golpe de Estado encabezado por el general Juan Lavalle, quien el 1ro de diciembre de 1828 derroca a Dorrego con el apoyo del ejército y, el 13 del mismo mes, ordena su fusilamiento.

ROSAS EN EL PODER

Ante el asesinato de Dorrego, las provincias designan a Estanislao López comandante de las fuerzas destinadas a sofocar el pronunciamiento unitario. Rosas se une al caudillo santafecino, derrotan a Lavalle en abril de 1829 y, en diciembre, Rosas es nombrado gobernador de la Provincia de Buenos Aires con facultades extraordinarias. Su gobierno hace uso de la «mano dura», con la Mazorca como fuerza de policía para sofocar a sus opositores: los jóvenes ilustrados, los liberales y los viejos patricios de la Revolución de Mayo.

En 1830, bajo el mando del general Paz, varias provincias del interior conforman la Liga del Interior y así comienza una nueva guerra intestina. En 1831 se firma el Pacto Federal (que inicialmente suscriben Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos). Con la desaparición de Paz, se incorporan otras provincias a la federación, que delegan en Rosas la conducción de las relaciones exteriores y la representación del país. Reelecto en 1832, renuncia ente la negativa de concederle la renovación de las facultades extraordinarias. Lo reemplaza el general Juan Ramón Balcarce, a quien sucede Viamonte y luego Maza. La inestabilidad y la agitación política propician su retorno en 1835. Con la suma del poder público impone el uso obligatorio de la divisa punzó, símbolo federal, un estricto control sobre la prensa y la persecución política de los opositoress.

En esta sociedad desgarrada entre dos facciones irreconciliables, surge un grupo de jóvenes intectuales que se nuclean, bajo el liderazgo de Esteban Echeverría, en torno al Salón Literario: la llamada Generación del 37.

  1. ¿Con qué momento histórico coincide el surgimiento del Romanticismo en el Río de la Plata?
  2. ¿Qué diferencias había entre la posición unitaria y la posición federal?
  3. ¿Cuáles son las características del Romanticismo?
  4. Explicar los conflictos entre federales y unitarios.
  5. ¿Cómo se iniciaron esos conflictos?
  6. ¿De qué manera llegó Rosas al poder? ¿Cómo fue su gobierno?
  7. ¿Quiénes se oponían a Rosas?
  8. Relacionar los conflictos políticos desarrollados en el texto leído con los actuales. ¿Hay similitudes?